¿Sufren de Golpe de calor los Perros?
Sí. Un golpe de calor en perros es un síndrome ocasionado por la subida brusca de la temperatura corporal de un animal, sin darle tiempo a que los mecanismos naturales de termorregulación sean capaces de recompensarlo.
A diferencia de nosotros, ni los perros ni los gatos disponen del sudor para poder eliminar el calor corporal. Estos disponen de dos mecanismos muy eficaces pero que les limitan en situaciones como estas.
Por un lado, el jadeo. Esto le permite al animal disipar mucho calor a través de la ventilación.
Por otro lado, la irradiación del calor a través de las superficies corporales más vascularizadas. Se localizan principalmente en el cuello, en las axilas, en las ingles y en el abdomen, pueden tener menos pelo y favorecen la eliminación de calor.
La capacidad de un animal para generar calor es proporcional a su masa corporal y para disipar calor es proporcional a su superficie corporal. Por ello, los animales más corpulentos y los animales más obesos tienen más predisposición a padecer golpes de calor. Por el contrario, animales más esbeltos y más pequeños tienen menos predisposición a sufrir este tipo de cuadro.
Hay una serie de animales de compañía que van a tener una especial predisposición al margen de las que hemos comentado:
Tanto los cachorros de perro como los gatitos son animales que pueden tener una mayor predisposición a sufrir este tipo de estrés térmico.
Por otro lado, los animales geriátricos o mayores también van a tener mayor predisposición por desequilibrios en los mecanismos de termorregulación.
Por otro lado, los animales geriátricos o mayores también van a tener mayor predisposición por desequilibrios en los mecanismos de termorregulación.
Los animales con enfermedades secundarias y los animales de morfotipo braquicéfalo o de morro chatos también son susceptibles de sufrir, con mayor frecuencia, este tipo de cuadros.
¿Cómo podemos saber si nuestro compañero de fatigas está sufriendo un golpe de calor?
Los signos y síntomas van a aparecer de forma brusca e irán aumentando a medida que vayan produciéndose más daños en el organismo.
- En la primera fase de calor, lo primero que observaremos es un animal nervioso, con ansiedad y muy excitado. La temperatura corporal va a estar por encima de los 41º. Va a ser un animal con un jadeo excesivo incluso estando en reposo, exceso de salivación y mucosas congestivas (de color vino burdeos).
- En la segunda fase de calor, vamos a ver a un animal que puede tener nauseas y vómitos. La frecuencia respiratoria se puede disparar y las mucosas, a diferencia de la fase anterior, son unas mucosas pálidas (blanquecinas).
- Por último, y si no hemos puesto los medios adecuados, llegaremos a la tercera fase que es la fase final. Tendremos a una animal con temblores, convulsiones, puede perder la consciencia, tener un shock e incluso sufrir la muerte por una parada cardiorrespiratoria. Podemos ver, al margen de todo lo que se ha dicho anteriormente, unas mucosas de color azul (mucosas cianóticas). Esto nos permite saber que estamos en la fase final y que hay que actuar con rapidez.
¿Qué podemos hacer?
Un golpe de calor en perros es una emergencia veterinaria, y en todos los casos, acudiremos a una clínica veterinaria.
Uno de los puntos clave para bajar la temperatura corporal es evitar el foco de calor que lo está produciendo y llevarlo a una zona fresca y ventilada.
Si nuestro animal está consciente, solo si está consciente, se le puede dar agua fresca. Al beber, disminuirá su temperatura corporal.
También se pueden colocar toallas o paños empapados con agua fresca sobre el animal.
Se pueden emplear vaporizadores o purificadores directamente sobre el animal en las zonas donde disipan más el calor (axilas, cuello, ingles y abdomen).
Se puede colocar hielo sobre estas zonas pero siempre el hielo protegido, nunca en contacto directo con la piel, ya que se quemaría.
También se pueden utilizar ventiladores o abanicos para favorecer la ventilación y disipación del calor.
Siempre debemos acompañar a un animal. Aunque parezca que se está recuperando, es importante que no esté solo hasta que reciba la asistencia veterinaria.
Debemos de evitar que el animal entre en shock o parada cardiorrespiratoria.
¿Qué es lo que no haremos ante esta circunstancia?
1, Nunca haremos caminar a una animal que lo ha sufrido, puede tener consecuencias desastrosas. Debe mantenerse en reposo.
2, No aplicar el hielo de forma directa sobre la superficie corporal.
3. No administrar agua si el animal NO está consciente.
4, No sumergir al animal en agua fría.
¿Cómo prevenirlo?
La prevención es la mejor herramienta en primeros auxilios.
No dejar a nuestro animal de compañía solo a la intemperie los días calurosos.
Facilitar siempre una zona de protección con zonas frescas, ventiladas, con sombra y con agua a su disposición. Existen a la venta determinados artículos muy útiles para evitar este síndrome, además de disfrutar de un placentero juego en el agua. También existen piscinas para perros que podrás colocar en cualquier zona de la casa, además de ser un práctico accesorio para el baño.
Evitar ambientes calurosos y sin ventilación (Coches como principal punto de riesgo)
Evitar los paseos en las horas más calurosas del día y en las zonas de asfalto.
Cuidado con los bozales. El único bozal que puede disipar el calor es el bozal de cesta. El resto de los bozales evitan que el animal pueda abrir la boca y jadear. Por lo tanto, en un día caluroso, puede ser una pesadilla para nuestro amigo.
Todo los que intentamos hacer con esto es tratar de salvar la vida del animal antes de acudir a un centro veterinario.
Aunque consigamos bajar la temperatura del animal van a ser necesarios unos cuidados y una evaluación imprescindible para garantizar la vida del animal.
Ellos solo saben mirarte como un miembro de su manada. Para ellos, su manada es su familia. Cuídalos tanto como ellos lo harían de ti.