¿Pueden sufrir un golpe de calor las Aves?
La respuesta es afirmativa. Las aves también padecen este problema y, además, es muy peligroso ya que su capacidad de reacción es muy pequeña.
Cuando la temperatura y la humedad del ambiente ascienden de forma incontrolada, también lo hace su temperatura corporal.
Son animales que, aunque no lo parezca, no soportan muy bien el calor. Son bastante sensibles. Por esta razón, se deben tener unos cuidados especiales hacia ellos en cuanto empieza y primavera y sobre todo durante las olas de calor en verano.
Si la temperatura sobrepasa los niveles óptimos (temperatura ambiental de 27ºC o de 29ºC) se pone en peligro la vida del animal. Entonces, se producen diferentes reacciones en su organismo para equilibrar la temperatura corporal.
A diferencia de los humanos, las aves no poseen glándulas sudoríparas y no pueden transpirar. Además, sus plumas dificultan el poder disipar el calor interno.
Pero sí disponen de otros medios para bajar su temperatura corporal.
Al inicio de un golpe de calor, comienzan a disipar su temperatura interna. Durante este proceso, podrás observar jadeos que permiten una eficaz ventilación con un flujo de aire casi continuo que pasa por los pulmones. Conforme aumentan los jadeos, se produce una deshidratación por pérdida de líquidos. Esto originará una mayor ingesta de agua.
Es importante que pueda disponer de agua fresca y varios bebederos si conviven varias aves juntas.
Tu mascota celebrará el disponer de bañeras donde poderse refrescar o que puedas pulverizarla con agua.
Evita exponerla al sol colocando la jaula en zonas sombrías y frescas.
¿Cómo sé que está sufriendo un golpe de calor?
Los días de altas temperaturas debes tener especial precaución. Tu ave se moverá buscando zonas de sombra. Las plumas se pegarán a su cuerpo y separará las alas. Respirará con el pico abierto como agotado.
Ante el ineludible golpe de calor, el ave caerá al suelo, estará apática y agotada con movimientos erráticos. Podrá tener temblores y convulsiones, llegando a perder el conocimiento.
Las aves que son más susceptibles de sufrir estrés por calor son las crías, las ancianas, las obesas y las enfermas.
Se recomienda extremar precauciones en las aves de pequeño tamaño como en el caso de canarios, periquitos, jilgueros o diamantes.
Tratamiento
Si tu mascota tiene signos de golpe de calor, deberás desplazarla a una zona fresca y rociar con agua poco a poco, nunca de golpe. Deberás consultar con tu veterinario urgentemente.
Un golpe de calor en aves puede provocar, incluso, consecuencias mortales.
Prevención
La buena noticia es que esta situación puedes prevenirla para garantizar su bienestar.
El aumento de la ventilación y la administración de agua fresca son soluciones que evitan estos episodios de estrés.
Recuerda que, durante el calor, se produce deshidratación y la ingesta de agua se incrementa bastante. Proporcionarles bebederos suficientes y agua fresca.
Puedes añadir electrolitos al agua para recuperar los minerales que pierden.
Es recomendable retirar el alimento de 6 a 8 horas antes de las altas temperaturas de la tarde.
Estas medidas mantienen a tu mascota fresca, disminuyendo el riesgo de que sufra estrés por calor.